Una escapada a Edimburgo

Tras mi experiencia por Escocia (agosto 2017) os sugiero: una escapada a Edimburgo. Es un destino menos común que París, Berlín o Londres, pero os lo aconsejo totalmente. Es una capital pequeña y se puede ver en un fin de semana de manera tranquila andando.

Yo fui en agosto porque hice una ruta por Escocia de 9 días y sólo tenía ese número de días de vacaciones entonces. No tenía otra opción pero es cuando es más caro (los hoteles cuestan un 50% más) y hay más turistas (debido a que Agosto es el mes de festivales en la ciudad). Yo os planteo un
fin de semana entre mayo y septiembre (excepto agosto).
Lo bueno de Edimburgo es que operan varias compañías low cost como Vueling o Ryanair com varios horarios.
El horario ideal sería como ejemplo (de Vueling en un finde de junio 2018):

Ida: Viernes- Barcelona 17:35h- Edimburgo 19:25h
Vuelta: Domingo- Edimburgo 20:25h- Barcelona 23:45

Si trabajas los viernes por la tarde o quieres ahorrar más (-40€/persona), también se puede salir el sábado en el avión de las 7:40 y llegas a las 9:25. Es más palizón pero también una opción
viable.

edimburgo-castillo

Para mi visita usé varias blogs, hay 2 que me fueron genial para descubrir los rincones fuera de los circuitos turísticos de masas habituales: Mad about travel y Más Edimburgo, los cuales agradezco infinitamente su aportación como guía de viaje. Este post es una combinación de sus propuestas y mi vivencia con mi pareja. Si queréis alargar más la escapada o ver otras opciones, os recomiendo que visitéis sus webs.

Lo más caro es el alojamiento ya que los lugares para comer que os he propuesto son muy asequibles y lo compensan. Si queréis ir de hotel, os aconsejo el Hotel Motel One Edinburgh-Royal (100-135€ noche/habitación). Nos lo recomendó un conocido que estuvo viviendo allí un tiempo y fue un acierto. Está en pleno centro (se encuentra en la frontera entre New Town y Old Town), es tranquilo pero muy bien comunicado, no hace falta coger transporte público (aparte del desplazamiento al aeropuerto).

Si queréis gastaros menos dinero, en Airbnb hay opciones desde 70€/noche. Eso sí, aseguraros que el alojamiento está entre Great King Street y Chambers Street, sino es demasiado alejado de la zona a visitar.

De manera resumida, la ciudad está dividida en 2 partes. Con medio día visité New Town (de 16 a 20h) y un día entero para Old Town (de 10 a 20h). Es indiferente empezar por una o otra. Los tiempos de estas rutas están calculados sin lluvia o lluvia moderada. En general, la lluvia es fina y muy intermitente, así que no es un impedimento. Eso sí, llévate un calzado y una chaqueta impermeable sí o sí.

En el recorrido de la Old Town hay 2 visitas obligadas: el Castillo y el National Museum of Scotland; lo
demás es disfrutar de la arquitectura que la ciudad te ofrece. Andaréis varios tramos de la Royal Mile, una calle que mide una milla (1.8km) y une el Castillo con el Palacio de Holyrood. En ambos lados iréis encontrando callejones (closes), algunos esconden jardines o plazoletas, hay otros privados, la mayoría de origen medieval. En esta ruta os indico varios a los que entrar.

Por la ruta de la New Town disfrutaréis las vistas des de Calton Hill y la tranquilidad de los jardines de Princes Street. Os adentraréis a las calles señoriales, donde descubriréis, que pese a llamarse “Ciudad Nueva”,  es del siglo XVIII. Un buen desvío es pasar por la peculiar calle Circus Lane.

Old Town

Empecemos esta escapada por Edimburgo con un día entero en Old Town:



– Desayuno en The Milkman, en Cockburn Steet (frente al hotel), sencillo pero bueno.

– Pasar frente al New College, sede facultad Teología Universidad de Edimburgo

– Pasar frente al Ramsay graden, unos apartamentos del 1893 en torno núcleo octagonal Ramsay lodge.

– Pararse en Witches Well, “el pozo de las brujas”, al que fueron arrojadas unas 300 personas acusadas de tratos con el maligno a lo largo de dos siglos y medio. Más de 4.000 bruj@s fueron quemados en Escocia entre 1479-1722, muchos más de los que condenó la Inquisición Española en su historia.

– Entrar en Edinburgh Castle. La entrada es cara (20€/persona) pero merece la pena, calcula
unas 2h (3h si te gustan los museos militares, como era nuestro caso) En agosto se hacen colas: una para comprar la entrada (nosotros compramos la entrada online aquí y entras sin ninguna cola), la
otra para ver las joyas de la Corona (ir pronto al castillo, tipo 10-11h, y entrar directamente a esa zona, nosotros nos entretuvimos con los primeros museos –hay varios- y estancias, y fue un error, nos fuimos sin verlas ya que no queríamos hacer un  procesión)

– Pasar frente The Hub, actual sede del Edinburgh International Festival dentro una antigua iglesia
gótica.

– Entrar al callejón Riddle’s Court, hay un edificio que data del siglo XVI donde vivió el filósofo David Hume y la residencia universitaria (en la entrada pone “Vivendo Discimus”, viviendo aprendemos)

– Entrar en Lady Stair’s Close, un callejón de origen medieval que desemboca en una tranquila plazita y el Scottish Writer’s Museum (gratuito, nosotros no entramos pero es una opción)

– Pasar frente Saint Giles’ Cathedral

– No ir al museo Mary Kings Close, es interesante pero muy caro por lo que se ve. A parte, la explicación de la visita es muy infantil ( aunque en nuestro grupo no había ningún niño). Es mejor dedicar tiempo a entrar a los closes.

– Pasar por Victoria Street, una preciosa calle con fachadas pintadas de colores y tiendas muy monas.

– Comer en Oink, hacen bocadillos para llevar de cerdo asado escocés con la salsa que elijas (4,5€). Tienen el cerdo en el escaparate y cuando se termina, cierran! Si no llueve, puedes comértelo en los escalones de The Vennel o en Grassmarket.

– Pasar por Grassmarket, un paseo y una plaza peatonal con bares/restaurantes, antiguo escenario de ejecuciones públicas. Si quieres comer en mesa o llueve mucho, puedes hacerlo aquí (más baratos que en la Royal Mile)

– Subir los escalones de The Vennel, hay una bonita perspectiva del castillo.

– Entrar al tranquilo cementerio de Greyfriars, donde está enterrado el perro Bobby, que montó guardia en la tuba de su amo (John Grey) de 1858 a 1872,  en la salida principal esta su estatua (a la
que se le tiene que tocar la nariz por tradición) frente al pub con su nombre.

– Si eres fan de Harry Potter, puedes pasar o tomarte algo en The Elephant House, la cafetería donde J.K Rowling escribió las primeras novelas de Harry Potter.

– Entrar al National Museum of Scotland, un museo gratuito al que se pueden dedicar varias horas tranquilamente. Es precioso por dentro y enorme; aunque no seas muy amante de los museos vale la pena pasearse por la sala de los animales y la de los avances tecnológicos, donde encontraréis la figura disecada oveja Dolly. Hay un ascensor que te sube a la Rooftop Terrace, cuesta encontrarlo y está muy concurrido, pero tiene buenas vistas de los tejados de la ciudad.

– Entrar a Trunk’s Close para hacer un viaje en el tiempo

– Entrar al estrecho callejón Tweeddale Court

– En caso de mal tiempo, os podéis resguardaros en alguno de estos museos gratuitos: People’s Story Museum (muestra la vida de los edimburgueses a partir del siglo XVIII) o el Museum of Edinburgh (historia de la ciudad desde la Prehistoria), nosotros entramos en este último porque posee el collar y cuenco de comida del perro Bobby, pero es totalmente prescindible.

– Pasar por la iglesia de Canongate Kirk y su cementerio.

– Entrar a Dunbar’s Close, un callejón con unos jardines con flores y arbustos con geometrías al estilo siglo XVII. Si no llueve, ideal sentarse en un banco para descansar.

– Pasar frente al Scottish Parliament, el parlamento escocés; un edificio moderno del arquitecto Enric Miralles que pretende imitar el entorno natural del cercano Holyrood Park y Arthur’s Seat.

– Entrar a White Horse Close, es un callejón que alberga un bonito patio de vecinos

– Pasar por Palace of Holyroodhouse, residencia oficial de la familia real en Edimburgo. Si están en ese momento, está cerrada y solo se ve por fuera, como fue nuestro caso (igualmente estábamos cansados y tampoco hubiéramos entrado, pero dicen que no está mal) Entrada cuesta 14€/persona.

– A partir de aquí depende del cansancio; ya que hay un trozo de Royal Mile de vuelta para
arriba. Se puede:

  • Pasear por el parque Holyrood Park
  • Subir hasta la cima del volcán extinto Arthur’s Seat (solo recomendable en caso de buen tiempo, ya que suelo está resbaladizo si llueve). Es una excursión de hora y media entre subir y bajar, pero con muy buenas vistas de la ciudad.
  • Dar por finalizada la ruta y volver. De camino al hotel, puedes pasar por Cockburn Street, hay tiendas de bonitas.

– Nosotros fuimos un par de horas a descansar al hotel, ya que por la noche teníamos entradas para el Royal Edinburgh Military Tattoo, y preferíamos descansar y luego cenar + show.

– Cenamos al pub The Royal McGregor, estaba muy bueno todo.- Si después queréis ir a tomar algo o otros sitios donde comer; no dudéis en consultar Mad about travel o Más Edimburgo.

New Town

 
Medio día en New Town:

– Cruzar el puente, a mano derecha se ve el Hotel Balmoral, cuyo reloj de la torre marca siempre dos minutos más para que los viajeros no pierdan el tren en Waverley.

– Subir a Calton Hill y dar un paseo por esta colina con vistas de 360º y llena de monumentos del
siglo XIX sin relación estética entre sí: un templo circular, un Partenón a medio construir, una torre en honor a un almirante y el Observatorio de la ciudad sin uso.

– Entrar al Old Calton Cementery

– Pasar por un tramo de Princess Street, una avenida comercial moderna con mucho movimiento. Ideal para hacer parada en una cafetería (buenas vistas a la Old Town y al valle)

– Pasar frente la torre gótica del Monumento a Scott y el Scottish National Gallery

– Bajar a los Jardines de Princes Street  (por el reloj floral), un valle antes ocupado por un lago, hoy son unos jardines con la casita del jardinero, ardillas (vimos 2 y llovía un poco) y una infinidad de bancos con adorables placas dedicadas a familiares difuntos. Al final, pasar frente la fuente de Ross, una buena imagen con el castillo en lo alto de la colina de fondo.

– Subir a la altura de calle y pasar frente iglesias de St John y St Cuthbert. Frente hay el Caledonian Hotel, de arenisca roja.

-Pasar por Charlotte Square, alrededor de la plaza se empieza a ver la arquitectura característica de la zona.

– Pasar por Moray Place, con la arquitectura elegante típica de la New Town: portales y sótanos.

– Ir a Circus Lane, una curiosa calle sacada de pueblo en el barrio de Stockbridge

– Pasar por Rose Street, una calle peatonal con pubs (Abbotsford o Dirty Dick’s) y algunas tiendas.

– Pasar por George Street, tiendas más exclusivas, bancos y discotecas.

–  Pasar por St Andrew Square, una plaza con zonas ajardinadas y un monumento al centro.

– Cenar (o comer si lo haces por la mañana) en The Standing Order, un antiguo banco reconvertido en pub (económico). Nosotros terminamos aquí la ruta. También se puede volver al hotel y comer en The Baked Potato Shop en Cockburn St.

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Para desplazarte del aeropuerto al hotel y viceversa, tenéis que coger el autobús Airlink 100 de Lothian buses (saliendo de la terminal, a mano izquierda). No tiene pérdida; aparte los billetes se compran en una taquilla al lado del autobús, en el que se puede pagar en tarjeta). En 30 minutos, te lleva a la última estación, Waverley Brigde, a escasos metros de la puerta del hotel. Ida y vuelta son 8,5€/persona.

Un cálculo estimado de ejemplo de un fin de semana (de junio) sería: 600€/2 personas (hotel, avión comida y snacks, entrada castillo)

Referente al dinero (su moneda es la libra escocesa), la tasa que te cobran en las oficinas de cambio es bastante similar a la que te cobra tu banco por pagar con tarjeta en un país con otra moneda. En la mayoría de sitios se puede pagar con tarjeta, así que no hace falta que cambies mucho dinero. Recuerda que al ser libras escocesas, no sirven para Inglaterra.

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Espero que os sea provechoso! He puesto pocas fotografías (hicimos muchísimas), porque no hay nada mejor que una ciudad te sorprenda por ella sola, sin expectativas.

No dudéis en preguntarme cualquier cosa para una escapada a Edimburgo!

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